Todas las mañanas a partir de la 1em julio y el gran comienzo del Tour de Francia en Bilbao en el País Vasco español, Olivier Paret-Peintre tiene un «ritual». Tan pronto como se levanta, le envía un mensaje a su hijo. “Él no siempre responde, pero no le pregunto, sé que recibe mucho. Está su hermana, sus tíos, sus tías, sus abuelas…”.dice, frente al entrenador del equipo AG2R-Citroën para el que Aurélien, de 27 años, corre desde 2018.
Sábado 15 de julio, inicio a las 14:00Y El escenario lo da Annemasse (Alta Saboya), bastión de la familia. «Hay que tener mucha suerte para que el Tour de Francia venga a nuestra ciudad, así que cuando es así y además tenemos a nuestro hijo en la salida, es extraordinario»continúa el Padre Paret-Peintre.
Sombrero de paja en la cabeza, periódico. El grupo – destinado a su hijo – bajo el brazo, vigila la cortina que cierra la puerta principal del autobús del equipo para proteger la privacidad de los corredores y el secreto de la sesión informativa previa a la carrera. No se trata de perderse la salida del hijo, que pronto deberá respetar el ritual de la firma, ese momento durante el cual emergen todos los participantes del Tour antes de iniciar cada etapa. La oportunidad de darle un beso, y transmitirle unas palabras de aliento.
A Rémy Turgis también le gusta enviar mensajes de texto a Anthony, de 29 años, que compite en el Tour con los colores de TotalEnergies antes de la carrera. “Nos aseguramos de no molestarlo demasiado. Lo llamamos unas dos veces por semana», deslizar. Antes de reconocer que, cuando a su hijo le concedieron por primera vez el Fighting Spirit Award, a finales del 8Y etapa, 8 de julio, su teléfono probablemente se sobrecalentó… “El lado familiar, a todos los corredores les gusta esto, dice Anthony Turgis. Un pequeño saludo, tres o cuatro frases intercambiadas, es revitalizante, está un poco fuera de contexto. »
Doble ganador del evento, Tadej Pogacar no lo contradecirá. Durante las entrevistas, el esloveno recuerda repetidamente cuánto lo motiva la presencia de sus familiares, especialmente al costado de la carretera. También este año sus padres Marjeta y Mirko, acompañados de la menor de sus cuatro hijos, Vita, atraviesan Francia en camper para seguir de cerca las hazañas del actual segundo de la clasificación general. No se trataría de repetir la miss de 2020, donde se habían saltado el Tour… antes de encontrarse en París con prisas por asistir a la primera coronación de Tadej.
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