El expresidente salvadoreño Mauricio Funes (izquierda), exiliado en Nicaragua, fue condenado en rebeldía por un tribunal de San Salvador el lunes 30 de mayo a catorce años de prisión por negociar una tregua con las maras, las bandas criminales que gobernaban con terror en su pais.
La tregua entró en vigor en 2012 y recibió el apoyo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que la trajo «garante». Solo duró de unos pocos meses a poco más de un año, según las fuentes. Este exjefe de Estado fue condenado a ocho años de prisión por pertenecer a grupos ilegales, así como a seis años de privación de libertad por incumplimiento de sus funciones, anunció en su cuenta de Twitter la Fiscalía General de El Salvador.
Además de Funes, su exministro de Justicia y Seguridad, David Munguia Payes, fue condenado a dieciocho años de prisión (ocho años por pertenecer a grupos ilegales, seis años por incumplimiento de sus funciones y cuatro años por arbitrariedades). . , según la misma fuente.
69.000 mareros presos
El acusado “permitió que las bandas criminales se fortalecieran económica y territorialmente a cambio de reducir la tasa de homicidios entre 2011 y 2013 para que el actual gobierno lo beneficie y lo favorezca para las elecciones”explica el Fiscal General.
Funes, de 63 años, también juzgado en El Salvador por corrupción, encontró refugio en Nicaragua en 2016, que le otorgó la ciudadanía en 2019, cerrando la puerta a cualquier posibilidad de extradición. El presidente salvadoreño Nayib Bukele dijo en marzo de 2022 » guerra « a bandas criminales y desde entonces su país se encuentra en estado de emergencia. Durante los últimos catorce meses, cerca de 69.000 presuntos miembros de las maras han sido arrestados sin orden judicial y encarcelados.
A pesar de las críticas de las ONG de derechos humanos y de la Iglesia Católica por la rapidez del método utilizado, nueve de cada diez salvadoreños lo aprueba » guerra « sin piedad contra las maras.