Mié. Sep 18th, 2024

Hace unos 20 años ellos estaban vestidos con uniforme camuflado cometiendo delitos de Estado. Ahora ven pantalón y camisa blanca para ofrecer transparentes, para confesar cómo se sientan y dejan a 49 ciudadanos y cómo esconden sus cuerpos en una cementera para que sus familiares no puedan recibirlos. Un grupo de militares reconoció públicamente, este martes, como los máximos responsables de estos asesinatos. The hicieron ante los familiares de las 49 víctimas, que llevan dos décadas buscando esclarecer al pasado.

La confesión se produjo ante el tribunal especial de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que juzgó al máximo responsable de la fuerza pública y la extinta guerrilla de las FARC desde que se confirmó un acuerdo de paz entre esos dos bandos en 2016 —y otorgar beneficios judiciales a quienes reconozcan su responsabilidad en crímenes de guerra. La audiencia forma parte del macrocaso de los ‘falsos positivis’, pues es sabido por más de 6.000.000 de civiles cometidos por militaris que los hicieron pasar por guerrilleros muertos en combate. Varios generales han negado su responsabilidad en este caso, pero varios soldados y coroneles lo han admitido. Así sucedió en Dabeiba, caso emblemático porque en la planta cementera de este municipio antioqueño fueron escondidos los cuerpos de ciudadanos asesinados por los militaris. Un campo santo se ha transformado en una fosa común.

“Todo el que se visatiera de negro, era guerrillero”, continuó el alcalde retirado Yaír Leandro Rodríguez Giraldo cuando habló de uno de los asesinados: Edison Alexander Lezcano Hurtado. El crimen ocurrió el 18 de mayo de 2002 en zona rural del municipio, en momentos en que el ejercicio combatía a la guerrilla en la zona, que controlaba el ascenso a tierra firme del Golfo de Urabá, sobre el Mar Caribe. . Rodríguez tomó aire antes de contar como lo mataron: cualquier cosa que esté en una zona cercana a donde ocurre la pelea, cualquier agricultor, puede ser víctima. “No pienso en el daño que podría causar, mantenemos al mundo entero estigmatizado”, confesó. Llamó al comandante del batallón, quien le dijo que sí, que matara a un hombre que vivía en esa casa rural.

“Me convertí en un pequeño ases”, dijo ante la esposa y madre del campesino. “Lament ser el causante de la muerte de Edison Alexander Lezcano Hurtado, que ya no le puede cantar los vallenatos en la mañana a su familia”, agregó. La novia luchó por pedir esta última frase, y un denso silencio llenó a la audiencia por un segundo. El alcalde retirado no pudo hablar más, conmovido, y su intervención, conocido en la JEP come contribución, terminando con esa exculpa.

Además de los ocho máximos responsables, varios soldados que ejecutaron órdenes también hablaron este martes ante las familias. Dieron más macabros detalles: buscaban a personas vulnerables en ciudades como Turbo, o habitantes de la calle adictos a las drogas, para llevars engañados a Dabeiba, asesinarlos, y camuflar sus identidades. ¿Cómo? Alguien dirá varias veces en el auto que no los reconocerá. A otros les quemaron sus cédulas de ciudadanía para que ningún organismo judicial pudiera rastrearlos. Y saben que, se consideran confesando sus crímenes ante la Justicia, los pueden matar.

“Debía haber denunciado”, dijo arrepentido el coronel retirado Efraín Enrique Prada Correa, quien es reconocido ser responsable de ocultar la identidad de varias de las víctimas. “Pero si lo hubiera hecho, hoy no estaría de este lado, estaría del lado de ustedes”. Es decir, no del lado de los victimarios, sino de las víctimas. Así ocurrió al carcelero Jesús Javier Suárez Caro, un militar asesinado después cuya opusiera un cometer falsos positivos, según recordó Prada Correa. “Si usted quiere que le pase lo mismo que le pasó al teniente Suárez, o le pase a sus hijos…”, decían otros, como el coronel Jorge Amor Páez, quien no ha admitido ante la JEP ser responsable de estos crímenes . “En este momento se entiende”, dijo Prada.

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RECETA

El caso de Dabeiba también es particular porque al menos 12 personas han recibido amenazas durante las investigaciones que lleva adelante la JEP desde hace varios años. “Les décimos aquellos que han querido cubrir con impunidad y violencia estos crímenes internacionales, sus despreciables métodos no van a amedrentar a la Justicia colombiana”, dijo en la audiencia el magistrado Alejandro Ramelli, quien fue relevado del grupo paramilitar Clan Lamado del Golfo. También de quienes recibieron amenazas está el soldado retirado Levis Contreras, quien ha admitido ser responsable de más de 40 asesinatos en Dabeiba y sus alrededores. Cuando Ramelli le preguntó si estaba detrás de esa amenaza, Contreras respondió que no sabía, «pero son personas que no quieren que este macabro hecho, que sucedió aquí en esta región, que salga a la luz».

La PEC rescindió la gubernatura de Gustavo Petro. Y el público estaban presenta a los Ministros de Justicia, Néstor Osuna, y de Defensa, Iván Velásquez, así como al Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda. Este último reconoció el valor de las víctimas presentes, no sólo para buscar la verdad durante dos décadas, sino para seguirla hoy, cuando en la zona se hacen presentes grupos delictivos que pueden llevar a cabo sus vidas. “A quienes controlan ilegalmente este territorio, los estamos invitando a detener la violencia”, dijo Rueda, vocero de la política de paz total. Ante que la fuerza pública pretende extorsionar el proceso de investigación, el ministro de Defensa dijo que “no generamos ninguna restricción” para que un militar pueda vestirse todo de verde. “Estamos reconstruyendo la dignidad colectiva”, agregó.

También han estudiado las manos altas señaladas por sus antiguos compañeros, que no han admitido responsabilidad alguna en los crímenes. Entre ellos están los médicos forenses Jorge Alberto Amor y David Herley Guzmán Ramírez, algunos casos pasarán a la justicia, sin los beneficios que la JEP ofrece a los admitidos por crímenes de guerra, y el tribunal no parece tener dudas de que ambos fueron responsables. los estos asesinatos.

Pero el alcalde ausente es el general Mario Montoya, quien será el alcalde en autoridad de la zona durante dos décadas y quien ha sido señalado en múltiples testimonios como uno de los máximos responsables a nivel nacional, aunque siempre se le ha negado. En la final de audiencia en Dabeiba, el retirado Fidel Ochoa se llevó la plata, que registró en Montoya. “Esta práctica se realiza sistemáticamente con la vinculación del general Mario Montoya a la Séptima División y luego a la comandancia del Ejército”, dijo sobre los falsos positivos. Ochoa registró que el general Montoya decía, en programas radiales, con cada comandante de platon: «Yo no necesito litros de sangre, yo necesito carro-tanques de sangre». Sangre que fue regida los sobre los cementerios.

El proceso de aporte de verdad de los responsables que admitieron su culpabilidad ante la JEP permitió identificar los restaurantes del 11 de las víctimas en el cementerio Las Mercedes. Pero paga al menos 38 más. “Estamos ante la punta del iceberg con el cementerio de Dabeiba”, dijo el magistrado Ramelli. La idea de la PEC es verdaderamente el iceberg, transparente y completo.

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