El caso es que la idea es atractiva. Rescatar un programa mítico de cuando en España solo había dos canales de televisión y la palabra Vasile sonaba como mucho a marca de suavizante. Y darle una vueltecita.
El caso también es que la teoría puede sonar preciosa y que la ejecución sea una chapuza, una vuelta a la nostalgia plagada de momentos incomprensibles. Porque puede haber toneladas de esfuerzo, de recursos, las mejores intenciones, una banda de música en directo. Pero qué mal envejecen algunos programas, quienes los hicieron y también los que fuimos espectadores.
Ayer se reestrenó el nuevo Un, dos, tres pero no lo presentaba Mayra Gómez Kemp ni Miriam Díaz Aroca. Las dos estaban sentadas en el público, también Lydia Bosch con uno de sus hijos, que tuvo todo el rato cara de ser uno de los mejores días de su vida. Y Pepe Carabias y doña Fedra Lorente.
Pero la nueva cara del concurso se llama David, conocido por todo el mundo como TheGrefg. Tiene millones de seguidores en YouTube y Twitch. Y fue en este último canal desde donde decidió presentar el programa, con un chat en el que los usuarios no pararon de volcar miles de emojis y frases que solo entiendes si tienes menos de 27 años. Uno, menos mal, pronunció el nombre de Iker Casillas.
TheGrefg le puso ganas. Tantas que apareció medio en chándal y luego se colocó un traje naranja como homenaje a Ruperta. Tantas que quiso recuperar esa cosa de cuando Un, dos tres era los viernes en la primera cadena, cuando las familias no tenían otra cosa mejor que hacer que sentarse enfrente de la televisión. Como si España fuera ahora como entonces, no digamos las familias.
Así que disparó a todas las franjas de edad. Se llevó a un puñado de amigos famosísimos (streamers, gamers, youtubers): Marta Díaz, Luzu, Yo soy Plex, Lluna Clark, DJ Mario y Gemita para que participaran. A Kiko Rivera para que cantara su nuevo hit, llamado El mambo, y de paso saliera del ostracismo mediático por culpa del veto de Mediaset. El estribillo dice: “Lo hacemo easy, lo hacemos fácil, lo hacemo easy, tú y yo lo hacemos fácil”.
Para treintañeros y cuarentones, un puñado personajes que hemos conocido gracias a El hormiguero. Y si no los hemos conocido ahí, encajan perfectamente. Jandro el mago, el cómico JJ Vaquero, un mentalista de cuyo nombre no puedo acordarme y uno de los hijos de Amador Rivas en ‘La que se avecina’ que ya tiene bigote y mide uno ochenta. El actor Xavier Deltell en la alfombra naranja preguntando cosas a invitados absolutamente desconocidos para él: “¿A qué te dedicas tú, por definirte?”. Mucha risa ahí, la verdad.
Animadoras y animadores que pronunciaron frases bastante tiernas: “Yo soy feliz siempre”, “mi abuela no ha podío venir”, “yaya te quiero”. Ellas iban con bastante poca ropa, no así ellos. Porque hay cosas que cambian más bien poco.
Y una cosa transversal, única, eterna. Que sí envejece divinamente. Un cortador de jamón que no paraba de repartir platos tras el posado en el photocall.
La estructura del programa se parece mucho al clásico, pero las tarjetas, las preguntas y todo objeto inanimado desde que el asunto arrancó a las siete de la tarde están patrocinados. Por ejemplo, “¿para qué ahorrarías dinero?”, formuló TheGrefg a una de las parejas, advirtiendo antes las ventajas de tener una cuenta en Ibercaja. O una prueba física en la que se emulaba a una de las escenas más conocidas en el cine de Tom Cruise llamada Misión ImpoLidl.
Hay sufridores (patrocinados también), una subasta plagada de chistes supuestamente graciosos, premios muy feos y otros no tanto. Y dos tacañonas, las Hermanas Hurtado. Que no pararon de llamar al presentador “Señor TheGrefg” para hastío de los de dentro y fuera del programa. La juventud, por cierto, no disimulaba el gesto de “quién demonios ha pensado que estas señoras eran una buena idea”. Vestidas en homenaje a Miércoles de la Familia Addams pero siendo ellas “Jueves y Viernes”. Confesaron que el dinero lo guardan “en el sostén”.
Un poco antes de medianoche, salió Vicco a cantar Nochentera. Bailaron todos los del público, pero en el chat de Twitch los mensajes eran más bien de “otra tarjeta nooooo” y “pero esto es un abuso, cinco horas de show”. Cinco horas para que el regalo final sea una moto. No, hijo, no.
Puedes seguir EL PAÍS Televisión en X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Recibe el boletín de televisión
Todas las novedades de canales y plataformas, con entrevistas, noticias y análisis, además de las recomendaciones y críticas de nuestros periodistas
APÚNTATE
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites
_